Normas de Aula

Hoy lunes hemos empezado el día reflexionando un poco sobre las normas de aula. Aunque ya hemos introducido y trabajado algunas, este fin de semana he diseñado un cartel con las normas que me gustaría que algún día (parece que, por ahora, lejano, jeje) tuviéramos bien integradas y asimiladas. Lo he imprimido en DIN-A3 y lo he puesto bien visible en la puerta de la clase (por dentro), para tenerlas siempre bien presentes.

Las hemos leído y explicado todas, aunque me doy con un canto en los dientes si vamos introduciéndolas y cumpliéndolas poco a poco. La semana pasada me puse muy pesada con la fila (y lo que me queda de repetirlo...) y con el tema de levantar la mano y esperar nuestro turno (y sigo, y sigo...). Normal, si es que el cambio a primaria no es fácil, y tienen que coger el ritmo poco a poco. Muy importante es también sonreír, estamos mucho más guapos e, inconscientemente, más positivos y de mejor humor.

En fin, que seguiré pesada con las normas, porque me parecen súper necesarias cuando tenemos que convivir tantas personas durante tanto tiempo en un espacio tan reducido :-)

Y es que mi grupo, al que ya vais conociendo, es un poquito movido. Son todos muy guapos (ya lo habéis visto), muy simpáticos (eso os lo digo yo y me tenéis que creer) y, para colmo, estoy comprobando que ¡trabajan muy bien! (sí, sí, ¡trabajan a muy buen ritmo y nivel!). ¿Qué más se puede pedir? Bueeeeeeno, pues ya que estamos, conseguir un maravilloso clima de aula, aumentar la cohesión grupal (ser todos una piña) y canalizar esa dosis extra de energía que "pasean" hacia donde me interesa. Y es que puede sonar a tópico, pero se nota que son 19 niños y 6 niñas. Se respira una necesidad de moverse contínuamente y "hacer un poco el burro". No me malinterpretéis, que jamás diría que son mejores las niñas que los niños, pero son diferentes. Y, por lo general, las niñas son más tranquilas, y eso en el aula se nota. Luego están las excepciones, porque hay niños súper tranquilos y niñas más terremotillos. Hablo en líneas generales. Y después hay cosas que tienen los niños y las niñas no. Por eso no estaría mal un grupo algo más equilibrado. Pero como somos los que somos, ¡pues a destacar nuestros puntos fuertes y a pulir los débiles!

Aún así, no os asustéis. Ya hemos mejorado un montón, y la mayoría del tiempo trabajan súper bien, en silencio (más o menos) y nos movemos en un ambiente tranquilo. Pero en cuanto se les deja un poco... ¡se desmadran fácilmente! Y lo que quiero conseguir es autocontrol por parte de ellos, no que los pobrecitos lo hagan bien porque me ponga en plan "sargento". Y es que la semana pasada, cuando me puse seria con la fila, ¡me sentía poco menos que una sargento! Pero había que cambiar la dinámica de la fila con urgencia, porque lo de jugar a luchas y ver brazos, puñetazos, patadas y cosas "volando", surgía muy fácilmente (todo jugando, no os vayáis a pensar que mis niños son agresivos ni mucho menos... Lo digo en tono de humor, ¡pero os aseguro que pasa! Y no es que sea cosa de estos alumnos en concreto. Llevo años observando cómo los niños, en general, tienen muchos juegos de contacto físico y "peleas" en broma. No me gustan este tipo de juegos, porque a veces no controlan y se hacen daño sin querer, pero en la fila, en cualquier caso, están totalmente fuera de lugar).

Bueno, que iremos trabajando las normas poco a poco, para sentirnos todos muy a gusto y convertirnos en una clase ejemplar (¡no me cabe duda de que lo conseguiremos!). 

Ya os iré contando nuestros avances...