Emocionario: ASOMBRO
7 de marzo de 2015
Hoy voy a hablaros de nuestra experiencia en clase con una nueva emoción del Proyecto Emocionario, el asombro.
En esta ocasión no pudieron adivinar de qué se trataba a partir de la ilustración. Claudia preguntó si era el miedo, pero sus compañeros enseguida dijeron que el miedo ya lo habíamos visto, Nico preguntó si era la confusión (desde luego, tenía lógica viendo la imagen), Marco la gratitud, después intentó con el espanto... A pesar de que di varias pistas, no les salió la palabra asombro, así que la dije yo, y entonces lo vieron claro :-)
Cuenta el Emocionario que experimentamos asombro cuando algo que creíamos imposible demuestra ser cierto. El asombro viene de la inocencia y de la curiosidad.
Por tanto, puedo decir que los niños son muy propensos a sentir asombro. De hecho, cuanta más inocencia, más asombro. La persona inocente es confiada, abierta a la belleza.
Una característica del asombro es su corta duración, tan solo unos instantes. Después, da lugar a otras emociones, muchas veces alegría (cuando nos encontramos ante un acontecimiento positivo) o tristeza (ante una situación desagradable). El asombro, acompañado de una sensación de rechazo, puede convertirse en asco.
Algunos ejemplos de asombro serían, por ejemplo, si nuestro equipo de fútbol va perdiendo 0-3 y en los últimos minutos remonta a 4-3 (nos provocaría alegría), si una persona sana, que vimos el día anterior, fallece inesperadamente (nos provocará tristeza) o si descubren un invento fuera de lo común, que nuestra mente nunca hubiera imaginado (probablemente sentiremos admiración, y quizás también alegría si consideramos ese invento útil).
Por tanto, podríamos decir que el asombro se da ante un evento inesperado, que no estaba previsto o que no estamos acostumbrados a ver.
Como el asombro es una sensación bastante habitual en las personas (no es algo difícil de experimentar), y como decía anteriormente, especialmente habitual en los niños, fue muy fácil identificarla y comprenderla para mis alumnos, por lo que no tardamos en pasar a sus experiencias.
¿Y vosotros? ¿Os asombráis fácilmente?
¡En breve una nueva emoción!
*Aunque yo no voy a utilizar las fichas de actividades porque mis alumnos son muy pequeños, aquellos que trabajéis el emocionario con niños de más edad, disponéis de unas fichas de trabajo preparadas para realizar después de cada emoción. Aquí podéis descargar la ficha del asombro.
Aquí si quieres adquirir el libro Emocionario.
Cuenta el Emocionario que experimentamos asombro cuando algo que creíamos imposible demuestra ser cierto. El asombro viene de la inocencia y de la curiosidad.
Por tanto, puedo decir que los niños son muy propensos a sentir asombro. De hecho, cuanta más inocencia, más asombro. La persona inocente es confiada, abierta a la belleza.
Una característica del asombro es su corta duración, tan solo unos instantes. Después, da lugar a otras emociones, muchas veces alegría (cuando nos encontramos ante un acontecimiento positivo) o tristeza (ante una situación desagradable). El asombro, acompañado de una sensación de rechazo, puede convertirse en asco.
Algunos ejemplos de asombro serían, por ejemplo, si nuestro equipo de fútbol va perdiendo 0-3 y en los últimos minutos remonta a 4-3 (nos provocaría alegría), si una persona sana, que vimos el día anterior, fallece inesperadamente (nos provocará tristeza) o si descubren un invento fuera de lo común, que nuestra mente nunca hubiera imaginado (probablemente sentiremos admiración, y quizás también alegría si consideramos ese invento útil).
Por tanto, podríamos decir que el asombro se da ante un evento inesperado, que no estaba previsto o que no estamos acostumbrados a ver.
Como el asombro es una sensación bastante habitual en las personas (no es algo difícil de experimentar), y como decía anteriormente, especialmente habitual en los niños, fue muy fácil identificarla y comprenderla para mis alumnos, por lo que no tardamos en pasar a sus experiencias.
- Lola comentó que se sorprendió "cuando creías que nunca ibas a ver un hada y un día la vi". Desde luego, no fue la única asombrada, yo misma me asombré ;-) Le pregunté dónde, y me comentó que un día en el coche :-)
- Óscar experimentó asombro "cuando vinieron los Reyes. Pensé que no me traerían el campo de fútbol de Playmobil y me lo trajeron. Y pensé: ¡Ualaaaaa!". Me lo como. Qué felices nos hacen los Reyes Magos.
- Biel nos contó la siguiente situación de asombro: "Un día estaba en el campo de fútbol, en un partido y uno chutó tan fuerte que ni me lo creía". Luego añadió: "En un entreno vi un helicóptero que nos rodeaba. ¡Alaaaaa!".
- Teo relató una experiencia muy reciente: "Ayer cogí dos espejos en el baño y vi 6 Teos". ¡Jajaja! ¡Muy buena! Eso de jugar con los espejos es genial. Recuerdo de niña un probador que tenía los espejos enfrentados y veías la misma imagen dentro de otra repetidamente hasta hacerse muy, muy pequeñita. ¡Me parecía fascinante! Y la primera vez que mi madre me enseñó a mirarme el peinado por detrás, cogiendo un segundo espejo y buscando mi reflejo en el espejo principal del baño. Ahora parece una tontería, ¡pero recuerdo perfectamente que me sorprendió mucho!
- Claudia compartió con nosotros: "Cuando mi mamá me trae algo muy bonito, me asombro. ¡Son muy brillantes las cosas que me compra mi madre!". ¡Qué mona! Me encantaría verle la carita cuando su mamá le trae esas cosas tan bonitas y brillantes :-)
- Marc me asombró a mí con su relato, más que nada con su manera tan madura de hablar: "Cuando mi hermana pequeña, Noa, no comparte el móvil con mi hermano Joan y yo, me asombro pero en negativo". Y yo le pregunté: "¿Y te sorprende que un bebé no comparta el móvil contigo cuando está jugando?". Y me respondió, todo serio y convencido: "Tiene 3 años y bastante conocimiento. Yo comparto mis cosas con ella, y ella no". Sin palabras... ¡Me encantó lo de "bastante conocimiento"!
- Giulia nos contó algo muy parecido a la experiencia de Teo. Se asombra "cuando mi mamá me pone una cosa en el pelo y yo quiero vérmelo. Cojo un espejo pequeño para ver el reflejo en el grande y veo 3 Giulias".
- Bruno se asombró "cuando estaba yendo con el patinete, creía que no podía saltar un bordillo muy alto. Me agaché, salté y llegué hasta arriba". Claro que sí, si es que tenemos que tener confianza en nosotros mismos. ¡Somos capaces de hacer cosas asombrosas!
- Nico también se asombró con algo similar a Bruno, pero en este caso, la hazaña fue de su hermano. "Un día mi hermano se fue a las rampas con mi padre, subió una rampa bastante alta y se tiró de cabeza. ¡No me lo podía creer!".
- Carlos S. nos contó que "un día me asombré cuando mi hermano me pidió que hiciera un truco de magia. Yo creía que no sería capaz y me salió". Otro que se sorprende de sus propias habilidades... ;-)
¿Y vosotros? ¿Os asombráis fácilmente?
¡En breve una nueva emoción!
Aquí si quieres adquirir el libro Emocionario.
Hola Elena, soy Natalia, profe de Primaria en Cantabria. Enhorabuena me parece un proyecto precioso. Ya tengo el libro, ahora a ver cómo trabajarlo con los chicos de 5º, seguro que va a estar genial. Mil gracias por compartir tu trabajo. Me has dado ideas que adaptaré.
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