Frasco de la calma
9 de octubre de 2016
Hace unas semanas, en el post en el que os presento el cuento Respira, os dije que tenía pendiente elaborar un tarro o frasco de la calma. Seguro que muchos de vosotros ya conocéis en qué consiste, pero para los que no, o para aquellos que no sabéis cómo elaborarlo, aquí os cuento con detalle en qué consiste y cómo lo he fabricado yo.
Frasco de la calma recién agitado y casi en reposo, un minuto después. |
El frasco de la calma es una herramienta que puede resultar muy útil para calmarnos cuando estamos nerviosos, y está inspirada en el método Montessori. Cuando agitamos el bote, podemos observar cómo la purpurina se mueve de forma descontrolada, como cuando nos enfadamos o nos sentimos frustrados. El cuento Respira lo explica de manera sencilla: Cuando estás nervioso, eres como este bote que se agita. Toda la purpurina está moviéndose y no puedes ni pensar. Entonces, respiras profundamente mientras observas cómo la purpurina va cayendo y se deposita toda ella en el suelo. El agua queda transparente, como dentro de ti, si te sabes tranquilizar.
Así pues, cuando el niño está nervioso, enfadado, irritado... agita el bote frente a sus ojos para que desvíe su atención hacia los patrones y movimientos del líquido y la purpurina. Según algunos estudios, mientras los niños observan la caída de la purpurina, pueden organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el niño está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y su mente se bloquea, y al ver la lenta caída del brillo, genera un modelo visual para inconscientemente entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. De esta manera, concentrado en el objeto y en su respiración, se irá calmando paulatinamente.
Con esta herramienta, que constituye una estupenda metáfora de lo que sucede en nuestra mente cuando nos serenamos, podemos ir haciéndoles conscientes poco a poco de la relación que hay entre despejar la mente, cuidar la respiración y la reducción del estrés y la ansiedad.
Y ahora os cuento cómo lo he elaborado yo, con ayuda de mi hija Paula :-)
Ingredientes:
- Un frasco con tapa, de vidrio o plástico (en mi caso de plástico, para evitar accidentes).
- Agua destilada (o en su defecto, agua mineral).
- Glicerina líquida (yo la he comprado en la farmacia).
- Pegamento con purpurina (o en su defecto, pegamento líquido transparente).
- Purpurinas variadas (colores, formas y tamaños).
- Opcional: colorante alimentario (si no se usa pegamento con color y se quiere que el agua no quede transparente. Yo no le he puesto).
- Opcional: colorante alimentario (si no se usa pegamento con color y se quiere que el agua no quede transparente. Yo no le he puesto).
* El botecito pequeño con la tapa roja ni lo miréis. Quería poner pegamento líquido transparente (tipo escolar) para crear diferentes densidades y que la purpurina realizase diferentes movimientos, pero resultó ser silicona para goma eva y el primer intento de frasco de la calma fue todo un desastre. De hecho, iba a ser azul clarito, pero tuve que tirarlo todo (agua, glicerina, purpurina azul ¡y el horrible pegote de silicona sólida que se creó!) y empezar de cero con un nuevo color, en este caso rosa, que tampoco quedó nada mal.
Preparación:
- Calentar el agua destilada. El hecho de calentarla hará que todo se diluya más fácilmente.
- Echar un poco de agua caliente en el bote, para llenar aproximadamente un cuarto o un tercio del frasco.
- Añadir el pegamento líquido con purpurina. Si no disponéis de este pegamento no pasa nada, podéis poner pegamento normal, transparente, pero luego sería conveniente añadir una gotita de colorante alimentario para que el agua coja algo de color. En mi caso, no tenía colorante, pero no fue necesario porque este pegamento ya tintó el agua.
- Remover, remover y remover. Al principio parece que esos pegotes no se van a disolver nunca, pero tranquilos, lo hacen :-)
- Añadir purpurina al gusto. Yo empecé con una rosa de puntitos, otra rosa en forma de tiras finas y una blanca. Y volver a remover.
- Incorporar la glicerina líquida (también he visto por ahí que hay quien usa champú infantil transparente). Esto hará que el líquido quede más denso y, por tanto, que la purpurina tarde más en bajar. Por tanto, las cantidades son "a ojo" y a gusto del consumidor. También hay que tener el cuenta el peso de la purpurina. La hay más pesada y otra mucho más fina. Para mí lo ideal es combinar ambas.
- Seguir añadiendo agua, glicerina y purpurina al gusto, mientras se remueve. Yo puse, además de purpurina rosa y blanca, plateada y dorada. Pretendía darle mucha luz.
- Cerrar el frasco ¡y listo!. Si no es muy hermético, como en mi caso (los de plástico suelen serlo menos que los de cristal) es conveniente sellarla con una pistola de silicona. Yo tengo pendiente hacerlo, puesto que si agito el frasco de manera brusca o volcándolo, pierde un poco de líquido. ¡Y lo necesito a prueba de 23 niños y niñas de primero!.
Y el resultado, pues ya lo habéis visto en la primera foto, pero he preparado un sencillo vídeo para que lo veáis en movimiento.
En cuanto lo tenga bien sellado, lo llevaré a clase para utilizar con mis alumnos. ¡Ya os contaré si les gusta y, sobre todo, si la técnica les resulta útil! Mientras, lo ha estrenado mi hijo Luis ;-)
¿Conocíais esta técnica? Y los que ya la habéis puesto en práctica en casa o en el aula, ¿os ha resultado útil?
Hola Elena!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por ser tan explicito el proceso de elaboración. Sí que lo conocía, pero las recetas que me han dado han resultado fallidas. Así que me pondré manos a la obra porque con esta claridad de exposición en el proceso es imposible que algo salga mal. Así que muuuuuuchas gracias. A tus niñ@s les encantará!!!
Saludos y buena semana!!!
¡Hola Nayra!
Eliminar¡Qué presión, jajaja! ¡Como ahora no te salga, me voy a sentir responsable!
En fin, que me alegro mucho de que te haya gustado el post y sobre todo, de que por fin, veas claro el proceso de elaboración. Espero de todo corazón que esta vez sea la buena.
¡Ya me contarás!
(Te aseguro que en mi post no hay truco. Lo he explicado tal cual como lo he hecho esta misma tarde, y sin practicar previamente).
Hola Elena!! Me está costando encontrar tarros de plástico!!!!
EliminarAsí que en espera de poderlo confeccionar les he puesto el vídeo en la pizarra digital y le ha requeteencantado. Todos tumbaditos mirándolo!!! Me lo pidieron que se los pusiera 4 veces seguidas!!! y al final uno me pregunta: y ahora qué le pasa al tarro????(jajajaja)
Saludos y ya te contaré cuando lo elabore (estoy deseándolo).
¡Jajajaja!
EliminarMindfulness, mindfulness! <3
ResponderEliminarMe encanta! :)
Yo también he pensado cómo hacerlo a prueba de peques y creo que la silicona va bastante bien!
Hola Ángeles.
EliminarAl final sellé con la propia pistola de pegamento, después de cerrar la tapa bien fuerte, y por ahora resite fenomenal y tiene pinta de que no se abre por mucha fuerza que se ejerza.
¡Un saludo!
Lo voy a poner en marcha con mis chicos! Voy siguiendote en esto de las emociones paso a paso! Siempre es bueno compartir experiencias..un saludo desde Argentina!
ResponderEliminarFenomenal, Inés. Espero que te funcione bien. Ya me contarás :-)
EliminarUn saludo.
Lo haré para regalárselo al profe de mi hija. En la clase hay varios niños que lo necesitan (espero que le den el uso adecuado y no se lo lancen al profe al la cabeza jajaaa) Ya les contare. Saludos
ResponderEliminarHola Susi. Noooo, lanzarlo, no, jajaja. Ahora en serio, a mis niños les ha encantado y me lo piden antes de cogerlo. Por ahora el uso ha sido más que adecuado, así que estoy segura de que seguirán así.
EliminarUn saludo.
Gran recurso. En mi centro lo puse en funcionamiento el curso pasado. Una gran experiencia trabajando además las emociones.Podéis ver ésta y otras experiencias en :http://efconlamaestraana.blogspot.com.es/
ResponderEliminarGracias, Ana. Echaré un vistazo.
EliminarUn saludo.
Hola Elena! Estoy de prácticas en un aula de 3 añitos y voy a llevar a cabo la unidad didáctica de las emociones. Este post me ha encantado y lo pondré en práctica pero, ¿no abrirán la tapa del bote? jajaja. Es el único miedo que me da, por lo demas, una idea increíble!
ResponderEliminarHola Nerea. Pues yo lo he sellado con la pistola de pegamento y ya te digo yo que eso no lo abren por mucho que se esfuercen, jeje.
EliminarUn abrazo.
Elena, ayer te escribí un mensaje, por favor si quieres contestarme escríbeme a matimorata@gmail.com, es que no domino muy bien las redes y no sé si seré capaz de encontrar tu respuesta en tu página. Gracias.
ResponderEliminarHola, Mati. Lo busco.
EliminarUn saludo.
Hola Elena! Una preguntita técnica: no se te salía el agua con el bote cerrado? Estoy preocupada por que llevo dos botes comprados ya y los dos les pasa.
ResponderEliminarGracias!!
Hola Sandra.
Eliminar¡Lo sellé con pistola de pegamento!
Aunque lo suyo es buscar un frasco de calidad. Yo ahora quiero hacerme con uno de plástico mucho más rígido, ya que creo que irá mejor.
¡Suerte!
Sí, tengo pensado cerrarlo con silicona caliente, pero veo que se derrama un poquito de agua. Aix...sí, qué gracia, todo es cuestión de ir probando! yo hasta creo que el tamaño un poco mas pequeño para que ellos lo puedan manipular también es mejor! Suerte igualmente. Gracias!
EliminarHola Elena!
ResponderEliminarHe intentado hacer el frasco tres veces y no lo consigo hacer bien. La purpurina en vez de ir hacia abajo, se me apelotona todo arriba y no cae hacia bajo.
No se si te ha ocurrido a ti alguna vez. Estoy pensando que a lo mejor es la purpurina que es de mala calidad (la compre en lo chinos)??
Un Saludo!
Naiara
Hola Naiara.
EliminarPues mi purpurina también es de los chinos, así que no sé...
Es cierto que siempre queda una capa arriba, pero la verdad es que la mayoría de ella sí baja.
Puedes probar con purpurina más grande (más pesada).
¡Espero que la próxima vez te quede perfecto!
Un saludo.