Día de la paz 2017
1 de febrero de 2017
El 30 de enero es el día escolar de la no violencia y la paz. En mi colegio no es una fiesta que celebremos a nivel de centro, por lo que no se programan actividades de manera coordinada para realizar conjuntamente. Sin embargo, siempre trabajamos la fiesta a nivel de aula, así que en el post de hoy os voy a contar qué actividades hemos llevado a cabo en mi clase de primero de primaria.
Aclarar que empezamos a hablar de esta fiesta unas semanas antes, para darle más sentido. Lo hicimos en las sesiones de religión/valores, en las que nos juntamos todos los alumnos y trabajamos conjuntamente Carmen, la profesora de religión, y yo como tutora.
Lo primero que hicimos fue reflexionar sobre la paz. ¿Qué es la paz? ¿Cómo puedo yo hacer paz en mi día a día? ¿Cuándo hacemos paz? ¿Qué es hacer paz para ti?
Hablamos de amar (Luca), de portarse bien y hacer caso (Teresa), de dar besos y abrazos (Elia, cuando mamá va a darle las buenas noches a la cama), de consolar y animar (Paula, cuando su madre le ayuda a tranquilizarse cuando está triste), de ayudar (Pía), de colaborar en casa (Rocío, cuando ayuda a su mamá a recoger la mesa), de compartir... También hablamos de lo importante de prevenir el conflicto, más que de tener que solucionarlo después. Un poco aquello de "dos no se pelean si uno uno quiere". Todas estas pequeñas cosas, en nuestro día a día, son pequeñas semillas de paz.
También estuvimos ensayando la mítica canción "Que canten los niños" de José Luis Perales. Sé cierto que a más de uno y una de mi generación se le caerá la lagrimilla...
Que canten los niños, que alcen la voz,
que hagan al mundo escuchar,
que unan sus voces y lleguen al sol,
en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor,
que canten por esos que no cantarán
porque han apagado su voz.
"Yo canto para que me dejen vivir".
"Yo canto para que sonría mamá".
"Yo canto por que sea el cielo azul".
"Y yo para que no me ensucien el mar".
"Yo canto para los que no tienen pan".
"Yo canto para que respeten la flor".
"Yo canto por que el mundo sea feliz".
"Yo canto para no escuchar el cañón".
Que canten los niños...
"Yo canto por que sea verde el jardín".
"Y yo para que no me apaguen el sol".
"Yo canto por el que no sabe escribir".
"Y yo por el que escribe versos de amor".
"Yo canto para que se escuche mi voz".
"Y yo para ver si les hago pensar".
"Yo canto porque quiero un mundo feliz".
"Y yo por si alguien me quiere escuchar".
Que canten los niños...
Otra actividad fue realizar una sesión de fotografía en la que representáramos actitudes y gestos relacionados con la paz. Para ambientarlas un poco, realizamos unos dibujos en clase.
Aquí tenéis a cada uno de mis alumnos con sus dibujos (para ver las fotografías en grande, hacer click encima. En dispositivos móviles, basta deslizar el dedo para pasar de una a otra):
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Además, les pedí que, si querían, trajeran objetos de casa relacionados con la paz y el amor. Y su respuesta no pudo ser mejor, dado que lo dije de un día para otro y en el último momento. ¡Todo esto me trajeron! Cojines, peluches, dibujos... ¡y hasta galletas caseras en forma de corazón que luego merendamos en clase!
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Y con todo lo que preparamos y muchas ganas e ilusión realizamos las fotografías. Desde mi punto de vista quedaron preciosas, a pesar de ser totalmente improvisadas...
Aquí las tenéis todas:
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Algunas de ellas las revelamos y montamos murales en el hall del centro. Este es el nuestro, el de primero de primaria.
Por último, miramos unas fotografías a modo de reflexión. Son fotografías muy diferentes a las nuestras. ¿Qué dicen estos ojos?
No dimos ningún dato a los alumnos. No dijimos que eran imágenes de niños que han vivido la guerra. Son muy pequeños para profundizar en estos temas. Sólo les mostramos la imagen y les pedimos que dijeran qué veían.
Ellos captaron la mirada. Decían cosas tipo: "Esta niña es pobre porque sus ojos están tristes". Llegaron a la conclusión de que su mirada no era como la de ellos. Esos ojos habían visto cosas malas. Y lo dejamos ahí. Lo único que queríamos que recordaran es que existen realidades diferentes a la suya, y que tienen que ser conscientes y sentirse agradecidos por todo lo que tienen. La gratitud es un gran valor. Y desgraciadamente, no en todas partes hay paz (y no hablo exclusivamente de países en guerra. En nuestra sociedad, tampoco hay paz en todos los hogares 😔).
Así que terminamos coloreando un dibujo de la paloma de la paz estilo mandala, y escribiendo en unos papelitos de colores la palabra GRACIAS.
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Sembremos cada día nuestra semillita de la paz ☮💚
Qué maravilla el monstruo de colores!
ResponderEliminarMe parece interesante esta nueva relación de los diez mejores libros infantiles para que los niños se duerman según el Diario El Mundo (14-1-2017). Excelente para padres, maestros, pedagogos, psicólogos, etc.
Enlace (copiar y pegar en el navegador):
http://www.elmundo.es/sapos-y-princesas/2017/01/14/587a8e98ca474190638b4592.html
¡Gracias por la aportación, Antonia!
EliminarUn saludo.
Que hermosa actividad, Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias :-)
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